Bioshock, una de las sagas de videojuegos más increíbles de los últimos años hizo su aparición hace unos meses para las consolas de nueva generación (aunque ya casi vieja generación), con unos resultados muy satisfactorios y con las evidentes mejoras en el apartado gráfico. Hace unos días recibimos un parche sorpresa que añadía mejoras para Xbox One X, cuyo dato curioso es que no se anunció por ningún sitio.
Aunque cabe destacar que el citado parche ha traído más problemas que soluciones, ya que ha acabado perjudicando al rendimiento del juego, llegando incluso a no alcanzar los 60 fps que estaban implementados en un principio. A pesar de todo, se ha publicado una solución a este problema.
El motivo por el que sucede esta bajada de frames es por la conexión en línea que se ha añadido recientemente con la actualización. Así que, para poder jugar de forma estable, tienes que desactivar la conexión, así de fácil. Desconocemos si 2K Games está trabajando en ello ya que aún no se han pronunciado al respecto. Esperaremos noticias.