La relación entre Microsoft y el juego japonés ha sido compleja. Muchos han sido los esfuerzo de la compañía de Redmond, por hacerse un hueco en el mercado japonés con poco éxito. Fue en uno de esos intentos donde, Microsoft, poniendo toda la carne en el asador, nos trajo uno de los mejores JRPGs de la historia. Hablamos de Lost Odyssey.
Para hacernos idea del carácter megalómano de este título, debemos conocer de dónde viene y quienes fueron sus creadores.
En el año 2004, Hironobu Sakaguchi, quien fuera director de la saga Final Fantasy hasta su décima entrega, tomó la decisión de desvincularse de Square Enix (por discrepancias creativas) y crea el estudio Mistwalker. Gran parte del equipo que había trabajado con él hasta entonces, deciden seguir sus pasos, entre ellos el artífice de la consagrada banda sonora de la franquicia Final Fantasy, Nobuo Uematsu. Otros artistas que acompañaron al maestro Sakaguchi en el proyecto fueron el guionista Kiyoshi Shigematsu o el ilustrador de mangas, Takehiko Inoue, quien se encargaría del diseño de personajes.
En aquellos tiempos Square Enix desarrollaba la saga Final Fantasy en exclusiva para PlayStatión. Realmente las relaciones entre la desarrolladora japonesa y Microsoft han sido muy parcas hasta la llegada de Phil Spencer, que ha logrado traer a Xbox sagas que antes parecían impensables, como Kingdom Hearts.
Obviamente, Microsoft reconocía que estaba dejando escapar a un importante parque de jugadores, por lo que vio una gran oportunidad en el nuevo estudio de Sakaguchi. La idea era clara, crear, en conjunto con Mistwalker, nuevas ip de corte JRPG que pudieran plantar cara a Final Fantasy y, para ello, realizó una importante inversión para la creación de dos títulos exclusivos.
Fruto de esta unión de fuerzas, en 2007 llegó Blue Dragón, un rpg con mecánicas de Final Fantasy, pero con un aspecto visual más cercano a Dragon Quest, debido a que el diseño de personajes corrió de la mano del mismísimo Akira Toriyama (creador de Dragon Ball). El juego tuvo una acogida modesta pero muy bien recibida por los seguidores del género. Podríamos hablar largo y tendido sobre este título, sin embargo no es el protagonista de este artículo.
Lost Odyssey: el juego que la comunidad reconoce como el auténtico Final Fantasy XIII
Lost Odyssey fue lanzado en exclusiva para xbox 360 en diciembre de 2007 en Japón (el mercado con quien Microsoft tenía una cuenta pendiente), dos meses más tarde, en febrero de 2008 llegaría al resto de mercados. A partir de este momento, me voy a tomar la libertad de dejar de ser redactor de prensa especializada para meterme en la piel de lo que realmente me ha traído hasta aquí: la de amante del videojuego. Creo que ésta será la mejor forma de haceros llegar que es Lost Odyssey.
Siempre he sido amante del JRPG, especialmente de la saga Final Fantasy. Recuerdo el enorme impacto que me produjo Final Fantasy VII y como consumió horas y horas de mi juventud. Aquella ambientación, la narrativa, las melodías, aquel halo de magia que te transmite y te envuelve. Desde entonces, repetía cada experiencia con Final Fantasy VIII, IX y X, éste último con el aliciente técnico del salto generacional a 128 bits.
Cloud, Squall, Yitan o Tidus con personajes que me han marcado como videojugador. Sin embargo, ese vinculo que me unía a la saga se debilitó con Final Fantasy XII. Sentía que algo en aquella magia se había roto. Final Fantasy XIII no logró más que alejarme aún más de la franquicia.
Lost Odyssey llegó a mis manos por casualidades del destino. Acababa de adquirir mi primera Xbox 360 y mi catálogo de juegos era escueto. Como en cada ocasión que iba al centro comercial, entré a echar un vistazo en una tienda de videojuegos perteneciente a una conocida franquicia. Saludé al dependienta, con quien ya tenía confianza y me puse a repasar los expositores. Fue en el carrito de la segunda mano dónde lo encontré. Hacía solo un par de meses que el juego había salido a la venta y algún despistado lo compró, creyendo que sería un Hack and Slash.
Sabía poco de aquel juego, pero lo que leí en su contraportada me convenció. Todo me recordaba a aquellos Final Fantasy que me habían enamorado, así que me lo llevé (entiéndase después de haberlo pagado, obviamente)
Lost Odyssey el JRPG de Xbox
Lost Odyssey nos narra las aventuras y desventuras, más de las segundas que de las primeras, de Kaim Argonar, un mercenario inmortal que, por algún suceso que desconoce, perdió la memoria. Vendiendo sus servicios al mejor postor, Kaim vaga por el mundo sin rumbo.
Un acontecimiento inesperado durante una contienda lo convierte en uno de los dos únicos supervivientes, entre todos los que se hallaban inmersos en la batalla. Es entonces cuando conoce a Sez Balmore, una atractiva pirata que comparte dos cualidades con Kaim: es inmortal y también ha perdido la memoria.
A partir de ahí se inicia una complicada trama con una profunda carga emocional. Manteniendo ese universo fantástico que caracteriza a todas la creaciones de Sakaguchi, donde magia y tecnología se funcionan en perfecto equilibrio, Lost Odyssey además incrementa una complejidad nunca antes vista en el desarrollo de sus personajes. Y es que Kaim es un protagonista marcado por la guerra que, en su larga vida como inmortal ha presenciado atrocidades que lo han sumido en un hermetismo que sirve como coraza a un alma traumatizada.
Pero en esta historia no es todo oscuridad, también hay lugar para la esperanza y algunos toques de humor que vendrán casi siempre de parte de Jansen, un espía a sueldo bebedor y pendenciero que traerá de cabeza al grupo.
Sistema de juego
Como en cualquier JRPG de la vieja escuela que se precie, Lost Odyssey combina la exploración, la narrativa (cargada de hermosas cinemáticas) y el combate estratégico por turnos.
La exploración de un mapa que se nos antoja interminable, nos proporcionará incontables horas de juego, siempre que estemos dispuestos a adentrarnos en lo desconocido y disfrutar de la relativa libertad de exploración que se nos otorga. Una exploración que siempre será bien recompensada con nuevas habilidades y armas con las que pertrechar a nuestros personajes.
Por otro lado, el sistema de combates por turnos en tiempo real, va un paso más allá en cuanto interacción del jugador, implementando quick events durante los ataques que definirán la potencia de los mismos, como sería el caso de sistema de anillos de Kaim. Esto consigue mantenernos atentos e inmersos en cada movimiento y le da un plus a la estrategia. Por supuesto, será de vital importancia saber elegir a nuestro equipo para los enfrentamientos, teniendo en cuenta sus habilidades (defensa, ataque, magia, cura).
Originalmente el juego contenía cuatro discos pero, gracias a la retrocompatibilidad, podremos disfrutar de esta obra magna en nuestra Xbox One, usando tan solo el primero de ellos como launcher, ya que, al reconocerlo, automáticamente nuestra consola descargará el resto del contenido de la Microsoft Store, ahorrándonos la incomodidad de cambiar el DVD cada vez que avancemos o retrocedamos en el mapa.
Plantel de personajes
Juego de culto
Así es, amigos de XboxAdictos. Lost Odissey probablemente sea uno de los mejores JRPG de la historia y sin embargo, aunque se ha convertido en un juego de culto para quienes tuvieron el privilegio de jugarlo, nunca llegó a alcanzar la relevancia que se merece por su calidad, por la profundidad de su historia, por su banda sonora y su exquisito apartado artístico. “Su mayor pecado” (entiéndase el sarcasmo) fue ser exclusivo de Xbox. De no haber sido así, estaríamos, a ciencia cierta, ante todo un referente del género.
Como dice el refrán, “nunca es tarde si la dicha es buena”, y este juego ha acometido el paso de los años muy bien. Además de tender un excelente apartado técnico, es su narrativa la que te atrapa y no te suelta hasta alcanzar un final que no te dejará olvidar jamás este título.