Tras la resaca del E3 toca analizar todo lo que hemos podido ver y conocer con detenimiento. Posiblemente el plato fuerte de la conferencia de Microsoft ha sido la presentación de lo que será su consola de nueva generación Xbox Scarlett. Además de su presentación ¿qué más sabemos?
Consola de Pasado, Presente y Futuro
Seguramente existan pocas frases más acertadas para definir a Scarlett. La consola de Microsoft va más allá de las mejoras de potencia a las que nos acostumbran las compañías en este tipo de lanzamientos. Scarlett tiene como objetivo ser la consola universal de Microsoft, para ello cuenta con un extenso catálogo se retrocompatibilidad.
Dentro de este catálogo, debemos destacar los juegos de las generaciones pasadas, lo que incluye a la Xbox original, Xbox 360, así como a Xbox One. Si esto fuera poco, Scarlett será compatible con gran parte de los accesorios de Xbox One, por lo que si estabas dudando si comprar o no ese mando que tanto te gusta, ya sabes qué hacer.
Hablemos de Potencia
Uno de los mejores momentos de la presentación de una nueva consola se trata de ver a la bestia por dentro. En este caso, Microsoft continua su colaboración con AMD, incluyendo tanto la CPU como la GPU de esta compañía. En el caso de la CPU contamos con los chips AMD Ryzen Zen 2, mientras que en la GPU tendremos una Navi Radeon RDNA.
Pero ¿qué significa todo esto? Las expectativas que ya se ha encargado de alimentar Phil Spencer, es que esta consola llegará hasta los 120 fps, utilizará la tecnología Ray Tracing y resoluciones de hasta 8k. Si tomamos perspectiva con lo que tenemos actualmente en el mercado, Xbox Scarlett será cuatro veces más potente que Xbox One X.
¿Adiós a los tiempos de carga?
Los tiempos de carga han sido uno de los grandes enemigos de los videojuegos, concretamente de aquellos que utilizan el mundo abierto como principal baza. Por eso no es de extrañar que la nueva generación trate de erradicarlos de una vez por todas.
Para ello, Microsoft resalta la importancia de la utilización de los discos duros SSD. La utilización de este tipo de elementos, aumentará el rendimiento de la consola a un nivel nunca antes visto. Algunos de los datos que nos llegan es que este rendimiento sería unas 40 veces superior al actual.
El juego en la nube
Es un secreto a voces que Microsoft ha invertido muchísimo tiempo y dinero en mejorar los servicios del juego en la nube. Una prueba de ello ha sido Crackdown 3, posiblemente uno de los sacrificados en favor de xCloud. Dicho esto, no es de extrañar que desde el gigante estadounidense se intenté utilizar esta tecnología para su nueva consola.
Uno de los primeros objetivos del servicio de streaming, es utilizar nuestra consola como un servidor propio para continuar jugando en otros dispositivos, como por ejemplo un teléfono móvil o una tablet. Concretamente, esta tecnología es denominada Console Streaming, y este mismo octubre podremos disfrutar de ella.
La guerra de consolas
Como siempre, cada vez que se anuncia una nueva consola por parte de Sony o Microsoft, comienza la guerra de consolas, algo similar a la guerra fría en la que cada rival celebra cada traspié del contrario. Aún así, actualmente las dos consolas se tornan muy similares. Ambas utilizan componentes AMD, al igual que unidades SSD.
A pesar de esto, las principales diferencias entre ambas, es muy probable que vengan en otros aspectos, como la citada retrocompatibilidad o servicios como Xbox Game Pass.
Queda mucho por conocer de ambas consolas para sacar conclusiones, pero parece que la batalla está servida.