G2A se caracteriza por no comprar ni vender productos por sí misma, sino que sencillamente proporciona la plataforma, y, de este modo, actúa como intermediario entre el comprador y el vendedor.
Durante varios años, la compañia ha eludido/ignorado las reclamaciones por códigos robados. Pero, el revendedor del mercado gris G2A admitió haber cambiado las copias que fueron obtenidas ilegalmente. Tras estos sucesos, la compañía puso en marcha un plan de contingencia, diciendo que pagaría a los desarrolladores de juegos 10 veces sus costos si se probara que G2A vendía las llaves robadas para un juego en particular.
La mayoría de los desarrolladores ignoraron la oferta. Pero el desarrollador de Factorio, Wube Software, aceptó la oferta. Después de 1 año G2A, comunicó que tras una investigación interna, averiguó que la mayoría de las claves sospechosas de Factorio que Wube Software le había informado, habían cambiado por su cuenta.
El resultado es que ahora, G2A tendrá que pagar a Wube Software $ 39,600. Y aunque G2A ha dicho que a partir de ahora, compensarán a los desarrolladores por el valor total de cualquier cargo en consecuencia de los códigos fraudulentos vendidos a través de G2A Marketplace, si demuestran que fueron ilegales.
Con todo esto, la comunidad de G2A sigue sin sentirse segura, ya que no hay a dia de hoy ningún plan para evitar ventas fraudulentas.